La maratón de weddings es algo que nos trae de cabeza a ¡todas! Las parejas más madrugadoras ya han celebrado sus nupcias este mes de abril que toca a su fin. Pero a muchas novias estresadas, todavía les quedan pasos de vals que aprender y flores por escoger.
Nosotras, las invitadas, también estamos sometidas a una presión insoportable: La que conlleva dar con el outfit perfecto, o repetir modelito sin coincidir con quien ya nos conoce a ambos: Al vestido, y a mí.
El otro día repetí dress code en la boda de unos amigos. Lo firmaba See By Chloé. Los colores descarados de mi traje minifaldero, no lograron esconderse bajo el maravilloso abrigo de mangas abullonadas que compré en Ailanto. ¡Los hermanos Muñoz nunca fallan! Te confieso que este abrigo primaveral también lo combino con denim. Aborrezco los looks de boda que no puedes amortizar una noche casual con amigas.
Y huyendo de los vestidos “que sólo me puedo poner en ocasiones especiales”, el viernes pasado me topé por casualidad con un top de The 2nd Skin Co., que pienso combinar ¡con todo! Falda de tul, pantalones capri y jeans acampanados. Te prometo que pasada la temporada de bodas, posaré en primicia para ti con el último hit de mi armario. Hasta entonces… ¡es secreto de fashionista!
P.D: Hoy, mi querida Coolhunter addict, te descubro lo que llevo en el huevo de mi Vespa.